Era solo cuestion de horas, mi vida daria un giro totalmente inesperado, bueno, la palabra vida no es la adecuada, tal vez la deberia sustituir por "existencia", si, esa suena mejor.

El camino hacia su casa no me tranquiliza como lo habia hecho antes, el mar no suena tan apacible como hace meses atras, y la luna hoy me abandono por completo, una ocurrencia de el por supuesto, llevar a cabo el ritual en noche de luna negra.

Habia estado jugando con la idea desde el primer fin de semana que lo conoci, aquellos dias en que logro revolver los planes con ilusiones, cuando todo lo dicho dejo de ser algo importante; y aunque tarde bastante tiempo en aceptar sin cuestioanmientos el me espero con toda la paciencia de alguien a aquien el tiempo no le importa.

Unos minutos mas y ya estaba en su casa, como siempre me esperaba en el umbral de la puerta con ese porte de tranquilidad que asusta, me dio la bienvenida con un beso tan frio que jugo con mis emociones.

-Esperaba tu ausencia.
-Te dije que vendria y aqui estoy.

Sus brazos me rodearon y me elevaron en el aire, me llevo hasta su habitacion, la misma que habia sido testigo de la propuesta dias atras cuando aun tenia opciones entre las cuales podia elegir.

A pesar de la insignificancia del tiempo, se apresuro a empezar, no se si fue por temer a que me arrepintiera o solo deseaba darle fin a la espera, no me di cuenta de cuando se acerco, solo senti sus colmillos atravesar mi calida piel y ahi empezo todo, primero el dolor, insoportable, sentir el veneno recorrer mis venas, mas que dolor era ardor, ardia como si en vez de liquido hubiera impregnado mi torrente con miles de agujas microscopicas, raspaba, despues de no se cuanto tiempo, minutos, horas tal vez, empece a sentir que me separaba, crei en un momento estar lejos del mundo y no ver nada, excepto oscuridad, una sensacion de vacio elimino el ardor del veneno, pero esto solo dejo espacio para que el vertigo se apoderara de mi, cuando terminaria?

Dolor, intermitente, recorriendo cada parte de mi cuerpo, deteniendose un instante en cada centimetro de mi piel, parecia que alguien me azotaba con ganchos cada vez en un lugar diferente, y yo que crei que el infierno era solo creacion de una religion que hace culto a la culpabilidad, dolor, insoportable.

Despues llego lo peor, senti que abrian mi pecho, quien? no lo se, pero fue como si lo abrieran a mano limpia, desgarrando cada capa de tejido, rompiendo huesos que estorbaban, atravesando hasta llegar al objetivo: un corazon aun latente.

Senti unas uñas hacer una especie de inscripcion en este organo, senti como raspaban llegando cada vez mas profundo, no podia gritar, el peso de la oscuridad me oprimia a tal grado que no supe si estaba viva o muerta, tal vez solo me habia quedado a la mitad del camino, tal vez esto fuera el purgatorio, pero no, no podia existir algo mas cruel que esto, tal vez aun estaba muriendo, pero entonces porque dicen que esta es la salida mas facil?

Crei que habia llegado ya al averno de mi imaginacion, que mi mente jugaba hasta encontrar el umbral de dolor, y de pronto empezo a ceder dejandome cansada, sin animo de preguntar ni protestar, la habitacion se fue iluminando poco a poco trayendo un calorcito rico que aliviaba las heridas, parecia que todo mi ser sanaba hasta llegar al momento justo de abrir los ojos, sentia paz, los aromas del bosque llegaban a mi, nitidos, deliciosos, asi pude percibir que el estaba a mi lado, espere, me sujeto una mano y por fin pude tomar conciencia de lo que habia sucedido.

Fue como despertar de una pesadilla, me sentia cansada, necesitaba saber cuanto tiempo habia pasado, que habia de diferente en mi, porque a decir verdad, no sentia que hubiera cambiado, excepto tal vez que no sentia frio a pesar de estar desnuda y que pude moverme con bastante agilidad, respiraba, tenia hambre, pero en mi mente solo aparecio una cosa, mi cuerpo empezaba a exigir que llenara sus expectativas -Necesito salir a cazar!