11 de septiembre de 2008

(sip, este texto lo hice copiando una idea de otro que lei hace mucho tiempo, pero no recuerdo ni el titulo ni el autor, si alguien lo conoce por favor pase la inforamacion, se los agradeceria mucho)

Estaba sentado en la mesa de siempre intentando en vano esconderse detras del humo de su cigarro un café en espera de ser consumido y una mirada perdida en la nada asi era todos los Viernes a las siete de la tarde, no importaba que musica invadiera el ambiente, no importaba cual era el clima afuera, no importaba nada, su ritual seguia ahi.
Las primeras veces ni siquiera me di cuenta de su existencia, pasadas unas semanas, senti que alguien mas estaba ahi, la decima vez por fin lo vi a él, solo en aquella mesa, parecia que esperaba, pero no a otra persona, solo estaba en espera de ideas, o tal vez aguardaba a que el tiempo pasara, no lo se.
Hoy era la doceava ocasion en que decidimos mis amigas y yo visitar este lugar y de nuevo llego a las siete en punto, tomo su mesa acostumbrada y pidio un café espresso, mientras la mesera atendia su orden, encendio el cigarro y disfruto de la primera bocanada de humo, tomo su postura habitual y de nuevo se perdio en cabilaciones, cuando llego el café, obviamente se vio interrumpido su viaje astral, pidio la cuenta y de nuevo se aparto del mundo, mientras tanto yo no podia dejar de observarlo, estaba ahi, existiendo sin compartir este universo, vestia con ropa oscura, vieja pero no lo suficiente para verse desaliñado, cabello oscuro tambien y muy bien peinado, la media luz no me permitia ver el color de sus ojos, la musica no me dejo escuchar lo que contesto al cellular cuando este sono interrumpiedo la magia, otro sorbo a su café, cerrando los ojos disfrutaba del momento, otra postura y pude percibir que en el piso habia dejado una mochila, negra tambien, sin alguna señal que me indicara el nombre de esta persona, mi curiosidad aumento, me senti atraida, no tenia ganas de ocultar nada esta noche asi que segui con el acecho, mi café estaba frio y los postres de mis amigas ya habian desaparecido, de nuevo dirijo mi vista hacia la mesa del lado opuesto y ahora tiene papel y pluma en su mano, empieza la danza de las letra y de nuevo se pierde en su mundo, otro sorbo al café,e sta vez para terminarlo, apaga el cigarro, toma su mochila, toma la hoja y la dobla en dos, guarda su pluma y se dirije hacia mi mesa, con la miraba fija en el objetivo, una Mirada que estremece, se acerca a mi y por un momento me senti intimidada, se acerca demasiado y puedo oler su locion, toma mis manos y deja la nota entre ellas, un beso en la mejilla y se ha ido.
Sorprendidas mis amigas empiezan a invadirme de preguntas y mientras yo aun sigo perdida en el encanto de su aroma, unade ellas toma la nota, a falta de respuesta mia, empieza a leer en voz baja, su cara de asombro me preocupa, me asusta y me excita a la vez, que dice? Alcance a preguntar, sus ojos clavaron los mios al mismo tiempo que acerca la hoja a la llama de la vela que iluminaba nuestra mesa, que haces? Que decia?, Nada!! Es su unica respuesta, y se retira corriendo del lugar, sin decir adios o un “luego hablamos” nada, las demas estaban tan sorprendidas como yo, y en el asombro fue inutil cualquier intento de rescatar esa hoja, el fuego la habia consumido en pocos segundos y el tipo que la escribio habia desaparecido.
No me podia quedar con la duda asi que el siguiente Viernes estaba ya de vuelta, esperandolo, esta vez en su mesa pero no llego. Paso otro Viernes y otro y otro mas y no volvi a saber nada. Mi amiga no contestaba mis llamadas, no regreso ni un slo mensaje, no pude contactarla, su familia solo me decia que no queria saber nada de mi.
Que decia esa maldita nota?

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