Despues de horas de nerviosismo y no dormir por fin aterrizo, Sofia aun temblaba pero daba gracias por haber llegado a salvo, el capitan anuncio la llegada a la ciudad de Los Angeles, el clima y la hora local, pero eso es lo que menos importaba para ella, solo queria estar en su nueva casa, comer y dormir, recuperarse de las ultimas emociones vividas y empezar desde cero, a pesar del miedo a los aviones, quiso ser la ultima de desbordar, no deseaba tomar sus cosas de manera apresurada, a pesar de las prisas tenia todo el tiempo del mundo, o por lo menos ese pretexto uso para controlarse, llegar a un lugar nuevo no es cosa facil y sobre todo adaptarse a nuevas costumbres o que se adapten a las de ellas seria algo de mucho esfuerzo, salio del avion y camino en busca de un taxi, ya desde el aeropuerto sintio una brisa calida y seca que le recordaba su tierra, eso es buena señal, se dijo asi misma, el taxi tomo rumbo y ella no quiso ver el trayecto solo meditaba, habia sido buena su decision, si seguia viviendo en su lugar natal seria quemada viva, el pecado cometido era de los mas graves, pero claro, es juzgado por hombres entonces que se puede esperar? llego a la central de autobuses y siguio su camino hacia el sur, en esperanza de llegar pronto a su cama, solo queria descansar , tenia mas de un dia entero sin dormir, y seguia meditando, a pesar de que reconocia que lo que habia hecho no era bueno, tampoco lo consideraba malo, es decir, solo fue un escape de su realidad y lo disfruto como nada en toda su vida, aquellas horas perdida del mundo y en brazos de aquel extranjero, fueron las mejores invertidas, fue en presencia de ese cuerpo calido que se dio cuenta que el mundo no era su casa o el mercado que visitaba cada tercer dia, que no era tan pequeño como la mente de su marido y que sus alas aun las tenia, escondidas bajo el manto pero ahi estaban; el autobus llego a su destino despues de tres horas de camino, otro taxi y llego al departamento que compartiria con una compatriota a la que conocio por medio de internet, fue un saludo muy seco debido a lo agotador del viaje pero Samirah entendia solo la dejo dormir.

Cuando desperto un aroma la llevo directamente a la cocina, era un desyuno tipico americano y sin embargo su boca se lleno de saliva, y mientras comia pensaba en su falta, despues de estar en brazos ajenos iba llena de temor en el camino a casa, rogandole a su dios que no permitiera que nadie se enterara pero aquellas mujeres llenas de envidia la acusaron ante la gente que estaba en la medina, para su mala fortuna Ahmed estaba ahi, se dio cuenta de lo que decian y para limpiar su orgullo tuvo que apedrearla en plena plaza, haciendo oidos sordos a sus suplicas la llevo a rastras hasta su casa donde la mantuvo encerrada hasta decidir que hacer con ella, su furia incrementaba con cada suplica, y lo unico que deseaba era encontrar a aquel infeliz que habia tomado por suya a su mujer, el unico castigo viable era la muerte y si queria limpiar su nombre y su casa debia quemarla viva a ella; Samirah lavaba la loza mientras Sofia salio en busca de trabajo, pero que actividad podia realizar? solo tenia experiencia cocinando, limpiando la casa y criando a sus hijos.... sus hijos, que seria de ellos? alguna vez la perdonaran? ...su corazon ha sido condenado a vivir de dolor asi que sera mejor que se acostumbre a esa idea; llego a una agencia de colocaciones y solo le ofrecieron empleo como nana en una casa cercana a donde ella se hospedaba, el sueldo no era mucho pero era suficiente asi que lo acepto y empezaria al dia siguiente, mientras, para tratar de depejar sus emociones camino sin direccion, solo avanzaba, se podria decir que lo hizo para conocer la ciudad, pero ella estaba tan metida en sus pensamientos que no se dio cuenta a donde llegaba, una brisa fresca la hizo regresar de nuevo al mundo y el mar le dio la bienvenida, ella nunca habia estado tan cerca, no lo conocia, lugar perfecto para cambiar de vida, pensaba mientras sus sandalias se perdian en los miles de granos de arena que jugaban con sus pies, si es bueno pero estoy sola!

Despues de horas de vagar por la ciudad y la playa, despues de darse cuenta de la perdida de su familia, amigas, despues de que acepto que habia sido rechazada, solo despues, regreso a casa.

Samirah la recibio preocupada, no sabia a donde habia ido, donde estaba, y se le habia olvidado darle direcciones y numeros de emergencia, le explico que no puede andar sola por un lugar tan peligroso, la pueden asaltar, secuestrar o lo que sea pero no debia andar sola si no conoce, le pidio que para la proxima vez la esperara, ella le enseñaria la ciudad, rutas de taxis, autobuses, lugares clave etcetera, ya cuando la tranquilidad volvio a las dos mujeres, ahi sentadas, tomando te, por fin tuvieron una platica, ya se estaban conociendo una a la otra, Samirah explico las costumbres, menciono hasta que grado es aceptada una mujer con velo y le hablo de la discriminacion con la que son tratadas, Sofia sorprendida ante aquellas advertencias no se atrevio a preguntar nada, solo seguiria las reglas no habia mas opcion.

Antes de ir a descansar hizo un intento mas por cantactarlo, el telefono suena al otro lado de la linea pero nadie responde, ya son varios dias que no tiene noticias de el, habian quedado en verse al dia siguiente de su llegada y el no aparecio, en el telefono publico no pudo hacer la llamada, tenia instrucciones muy complicadas, ni modo, se espero a llegar a casa, de nuevo un intento y nada, mejor se fue a dormir.

(C o n t i n u a r a . . . )