5 de enero de 2008

Happy ending

Huir era lo unico que tenia en mente, abrazado a su hijo quien dormia placidamente se dio cuenta de que aun no sabia a donde llegarian, necesita un lugar para dormir y el hambre llegaria pronto, Dios proveera- meditaba mientras trataba de descansar un poco tambien.
Habia viajado desde San Francisco en autobus, el camino era aburrido para el pequeño de seis años y eterno para el padre, pero era lo que menos importaba, necesitaba alejarse de aquella mujer, esa persona que les habia hecho tanto daño, lo unico que le agradecia es haberle ofrecido aquel angelito que hoy descansaba inocentemente en sus brazos.
Cruzaron la frontera y el autobus tomo la carretera a Ensenada, el dia era gris y lluvioso, esta vez no podria disfrutar de la vista panoramica que ofrece esta ruta, sera en otra ocasion- penso mientras se envolvia en la unica chamarra sucia que llevo como abrigo.
Juanito abrio un poco los ojos, abrazo a su padre y volvio a dormir, envuelto en una cobija, se podia ver que estaba calientito y comodo, se antojaba acurrucarse con el, padre e hijo, protegiendose uno al otro, caminando juntos a un destino aun desconocido, solo sabian que ya no deseaban vivir en el ambiente que su madre les habia ofrecido.
El camino empezo a dibujar unas cuantas curvas con un asfalto podrido por el tiempo y el lodo que la lluvia hacia ondular en el mismo, nadie se dio cuenta de la velocidad a la que viajaban, el clima se prestaba para dormitar durante el trayecto, empezaron a subir, la zona del mirador se apreciaba en la cima y Santiago alzo la vista un poco, andar por este rumbo siempre le causaba un poco de miedo sin saber el motivo, la verdad es que no es una zona peligrosa, y manejando con moderacion puede ser hasta placentero transitar por aqui, llegaron a lo mas alto y desde su ventana semiopacada por su fetido aliento pudo observar una embarcacion a lo lejos, bajo un poco la mirada y solo veia la linea que señalaba la posible caida del transporte, los demas pasajeros estaban cada quien en su mundo, unos dormian, otros comian, y una pareja al final del pasillo hacia un intento inutil por esconder entre una cobija sus gestos lujurientos, el chofer buscaba una estacion de radio, pero que raro, aqui no se escucha nada- penso Santiago.
La lluvia seguia cayendo con un ritmo somnifero, provocando la formacion de unos minusculos arroyos entre las grietas de la carretera y a las orillas de esta, arrastrando consigo piedras, hojas y un clavo atorado a un pedazo de madera arrojado por una camioneta llena de basura que paso hace un par de horas por aqui, el clavo siguio un camino lleno de obstaculos, bailando alrededor de ellos hasta llegar y terminar atorado en un grieta en medio del carril, el pedazo de madera lucho por salir y solo consiguio atorarse aun mas, el clavo quedo bellamente erecto, mostrando su polo mas afilado a la interperie, una gota de agua se pego a el y bajaba lentamente, dibujando su figura, dandole un brillo malicioso.
Como podia el chofer captar este minusculo riesgo?, desde lo alto de su asiento, solo se preocupaba por seguir las curvas y rectas que marcaba el camino, y empezo el descenso, en quince minutos mas estaria en el puerto, bajo un poco la velocidad, mientras tanto Santiago alcanzo a ver el letrero que anunciaba la zona por la que transitaban "Salsipuedes", vaya nombrecito- penso, y escucho una pequeña explosion, una de las llantas viejas habia sido penetrada por aquel clavo viejo atorado en medio de la carretera, el chofer hizo un intento en vano por frenar el autous, lo que solo provoco que este se virara hacia su lado derecho, no pudo sostenerlo mas y los pasajeros empezaron todos a salir de sus asientos, la sensacion de caida libre y las vueltas que el camion daba mientras se dirigia al fondo hicieron que entre las personas que estaban a bordo se mezclaran, contorsionaran, Juanito y su padre se amarraban entre si, sus manos apretaban con tal fuerza que los nudillos blancos de Santiago parecia que reventarian en cualquier momento, un golpe en la cabeza de Juanito, una pierna rota de Santiago y la sangre empezo a fluir mientras seguian cayendo, la mezcla de liquidos corporlaes ofrecia un ambiente abstracto mientras los cuerpos flotando solo ofrecian una fiesta surrealista, el golpe final y estaban en el fondo del precipicio, a unos metros apenas de caer al agua.
Santiago y unos cuantos mas estaba concientes, muchos huesos rotos, incontables heridas y liquido bermellon saliendo de todas partes, imposible saber a simple vista la magnitud de las laceraciones, tomo a Juanito en brazos y con la pierna que aun podia usar intento varias veces romper el vidrio, uno, dos golpes y hasta el tercero logro su cometido, se arrastro entre piedras, lodo y miembros perdidos, logro llegar un poco mas arriba de donde habia caido el autobus, aun podia escuchar los gemidos de los pasajeros, pero a el solo le importaba despertar a su hijo, lo sacudio, le llamaba por su nombre, lo recosto en el lodo, revizo su cuerpo, estaba entero, piernas, brazos torax totalmente ilesos, pero no despertaba, la desesperacion empezo a llegar a el, de nuevo tomo en brazos a su hijo, la lluvia fria no cesaba y fue ahi que sintio la vida escaparsele a su angelito, un liquido tibio corria por su brazo, un liquido que manchaba su chamarra de rojo, un liquido que provenia de la pequeña cabecita del niño, la unica herida que tenia, era ahi, en su craneo, una herida que le llevo a un sueño eterno, a descansar tranquilo entre la lluvia y cobijado por los brazos de su padre.
Desesperacion, enojo, impotencia, llenaron el estomago de Santiago, las lagrimas se perdian con la lluvia, apretaba contra su pecho el cuerpo inerte de su hijo, lloraba y gritaba, el solo queria llevarse a su hijo a vivir lejos de la infelicidad, queria poder disfrutarlo, verlo crecer, convertirlo en una buena persona, solo queria darle todo lo que el no tuvo y en ese intento, lo llevo a la muerte, culpa, fue el sentimiento que siguio a sus lagrimas, penitencia fue lo que su mente pedia, recosto a su hijo a un lado, acomodo su ropa, y tomo un pedazo de vidrio que habia quedado perdido por ahi, una incision transversal en la muñeca de su mano izquierda, otras mas en la mano derecha y solo se acurruco con su hijo, solo queria descansar con el, dormir y soñar juntos, el liquido vital salia poco a poco, mezclandose con el lodo, mezclandose con la sangre de su hijo, dejando un rio, marcando el camino hacia el mar, hacia un sueño... hacia un descanso.... hacia una felicidad eterna.

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