28 de noviembre de 2006

Encuentro con el pasado...


Ayer fue el día en que me encontré con el pasado, no muy lejano, pero pasado al fin, la casa estaba vacía, el día gris y mi animo por el suelo, la soledad a flor de piel y a pesar de eso mi inspiración era nula; para que el tiempo pasara rápido empecé a navegar entre mensajes y fotos viejas, me he encontré de nuevo con aquellas personas que de alguna manera lograron aferrarse a mi memoria, entre ellos hay un ser que resalta entre el montón de recuerdos: tu, gracias a esta postal, una cabaña solitaria al pie de la montaña nevada y a orilla de ese lago donde pasaste los mejores momentos de tranquilidad, "es donde mejores notas he logrado", dijiste, y con ese instante grabado en mi, me transporto a ese lugar especial, y aun te veo ahí, sentado en la hierba abrazando tu guitarra, como quien abraza al ser amado, eres feliz, puedo verlo, tu serenidad es única y la paz se siente a tu alrededor.
Eso fue ayer, hoy cuando por fin logramos comunicarnos de nuevo, me doy cuenta que una parte de mi te ha extrañado sin que sea conciente de ello, lamento haberme perdido y dejar que otras personas lograran esta separación, escucho tu voz y vuelvo a sentir un cosquilleo en mi ser, escucho tus palabras y vuelvo a vivir, anhelaba tanto esas sensaciones y ahora que están aquí de nuevo debo controlarme, por que algo que me hace sentir bien, me hacer sentir tan mal?
La cita quedo para hoy mismo en la noche, estoy ansiosa por verte, desde el momento que termino la conversación he pensado en todo lo que podemos hablar, y sin embargo en mi mente no hay nada bueno todavía, en el camino, mientras manejaba, escuche mis canciones favoritas para relajarme, obviamente no funciono, el trayecto duro menos de lo acostumbrado, era de noche ya cuando llegue al sitio acordado, la esperanza de ocultar mi ansiedad se esfumo en cuanto el brillo de la luna ilumino mi ser, no has llegado y siento un alivio ligero, tendré tiempo para tomar algo, ponerme cómoda en aquel rincón, sacar mi libreta de apuntes y mientras espero, tratare de pensar en otra cosa que no seas tu.
Suena la música, me siento mejor, observo a mi alrededor y solo hay una pareja al otro lado del bar, es temprano aun así que no estará muy concurrido por lo menos durante el próximo par de horas, espera a alguien mas?, me pregunta el mesero trayéndome de nuevo a la realidad, -por favor una copa de vino tinto- es mi respuesta seguida de un –si, espero a alguien. Por fin se aleja de mi mesa, veo una silueta en la puerta, no alcanzo a ver y mi corazón empieza con latidos fuertes, me estremezco con la sola idea de que seas tu, cerré mi libreta un momento para detenerme a observar mejor y… no, mi nerviosismo me ha engañado, era solo otro tipo que ha llegado a sentarse en la barra.
No puedo creer lo que has provocado en mi, me siento completamente expuesta emocionalmente, es incontrolable, es exquisito!, me pregunto: te sentirás igual?, servida, señorita, interrumpe de nuevo el mesero dejando una copa con el preciado liquido, bebo un sorbo y no veo la calma, miro el reloj y ha llegado la hora, en cualquier momento te aparceras por esa puerta, faltara mucho?
Cambian de música y esa canción me recuerda aquel dia cuando me hablaste por primera vez, la tranquilidad estuvo presente en aquel momento, no entiendo porque hoy no existe, bebo otro sorbo y por la puerta atraviesa otra silueta, serás tu?, no quiero equivocarme otra vez y para evitar la desilusión, empiezo a observar desde abajo, no reconozco los zapatos ni el pantalón, me doy cuenta de que no se que ropa te gusta usar, miro la camisa, no quiero levantar mas la mirada, pero la curiosidad me gana y voy directamente a tus ojos, esta vez no me equivoque, estas aquí, caminas con paso firme sin alejar tu mirada de mi, que piensas?, cada vez estas mas cerca y mis nervios nunca habían fallado tanto…

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