9 de noviembre de 2006

En Marruecos...


Estoy perdida, la Medina es un laberinto del que realmente no quisiera salir para seguir disfrutando de tantas sensaciones que provoca, pero tengo que encontrarte, mira todo lo que te estas perdiendo.Es temprano aun, el día empieza con una sensación provocada por el aroma del lugar, delicioso y sazonado por una mezcla de canela y pimienta, de vez en cuando llega una brisa con sabor a dulce, enviada desde el puesto de la esquina, ahí los cuernos de gacela recién horneados se asoman casi a la orilla de las mesas, donde aquella mujer de ojos grandes y resignados los ha colocado con tanto esmero, pasan los niños caminando muy aprisa, de vez en cuando una mujer detrás de su hombre y otra vez esa brisa dulce, porque no estas aquí?.Se oyen los gritos de las personas tratando de lograr los mejores precios, un hombre al final del callejón regatea por una tela blanca con bordes de hilo de oro, es para la mujer que aceptara como esposa, la que danzara para el, la que será su primera compañera, por fin logra un precio justo, su preciada tela es envuelta y regresa por el callejón para perderse en el otro extremo, se le veía orgulloso de su compra.Sigo caminando y me veo entre mas telas de infinitos colores, velos misteriosos que bailan a mi alrededor al compás de esa brisa curiosa, por allá alcanzo a ver una mujer, empieza las compras del día, ingredientes para la comida favorita de su hombre, la sigo guiada por mi curiosidad, se detiene en un puesto de joyas, su ojos van directamente a un brazalete de oro con piedras rojas, serán rubíes?, que buen gusto tiene la mujer, porque no estas aquí? Te pediría que me lo obsequiaras y lo usaría en tu danza favorita, sigo de nuevo a la mujer, creo que es ella, su holgada ropa no me permite confundirme, se ha detenido en un lugar donde venden ropa para danza, es el lugar perfecto, vestidos y telas decorados exquisitamente, maquillaje, todo lo necesario para agradarle a su hombre, ha elegido un traje blanco y joyas de plata, definitivamente hoy danzara para su marido, será aniversario? Será apenas su noche de bodas? O simplemente quiere agradarle para ser la favorita de las esposas, no lo se.Si estuvieras aquí, que traje elegirías, el rojo carmín con destellos de oro, no, creo que te gusta mas el negro misterioso con acentos de plata, te sigo esperando, porque no estas aquí.Sigo mi camino, veo un lugar donde poder comer, huelo a incienso, tomo una de las mesas, llega el mesero e inmediatamente me sirve un vaso de te con menta, que aunque es una bebida caliente, no hay nada mas refrescante, un sabor fresco para un día como este, aun es temprano y el sol se empieza a sentir, observo a las personas que están a mi lado, dos hombres de aquella mesa fumando de su narguile, parece que están cerrando un trato muy importante, en la otra mesa una mujer sola, como yo, tomando una bebida que no alcanzo a distinguir, y de pronto la música, la gente empieza a aplaudir al ritmo de ella…

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